sábado, 30 de enero de 2010

Fragmentos de "Un espíritu prisionero"


"...A Asia nunca la volví a ver. Hay encuentros, hay sentimientos en los que se da todo de golpe y no hay necesidad de una continuación. Porque continuar es comprobar. Ni siquiera dejan nostalgia. La nostalgia (una calamidad) surge cuando no todo ha sido dado por el otro o por mí, por nosotros. El vacío surge cuando se da en exceso a alguien indigno (¡si es digno -nunca es en exceso!). A Asia la sentí desde el primer instante -yéndose, a la larga para mí- perdida. Así se quiere al que agoniza: de una vez -todo, todas las palabras son las últimas-.
El encuentro comenzó con mi incondicional sometimiento, basado en la confianza, con el reconocimiento pleno de su superioridad. De entrada le cedí internamente todos los lugares en los que habríamos podido encontrarnos alguna vez. De manera tan natural como se le cede el lugar a un espectro, a un fantasma: de todas formas atravesará tu cuerpo de lado a lado."

"...Si no quieres celos, ofensas, heridas, daños, no rivalices -entrégate, dilúyete con todo lo que en ti haya de soluble y, de lo que quede, crea una visión inmortal."

"...¡Oh, maravillosa sensatez rusa del dolor!"

"...Miro la mano y sé que es imposible levantarla. El peso de la vida -lo conocemos, pero esto no es la vida -es la muerte. Es el peso puro de la muerte. De toda la muerte en cada uno de los dedos. Habría que levantar la muerte toda. Por eso es imposible levantarla.
No existe un frío así en la naturaleza."

"...Con sólo renunciar -surge tanto de todo..."

"...El habitual no dar con el tono. Nuestra, hasta el momento mismo de la muerte, torpeza en el amor."

"Adios. ¡Brindo por nuestro primer encuentro!
No sé si nos veremos -pero nos comprenderemos.
¡Por la tierra que yo aún no conozco!
¡Y por todo el mar, Rainer -y por mí toda entera!
Envíame una nota para no perdernos.
¡Por el ritmo nuevo, Rainer!"
(A la muerte del poeta Aleman, Rainer María Rilke, amigo y amante)

(Marina Tsvietáieva, Poeta Rusa, 1892-1941)

sábado, 16 de enero de 2010

Separacion

Sueño contigo. No son sueños bonitos. Sueño que me quedo en tu casa, no sé por qué, no tengo a donde ir. Vives con ella. Estáis en el baño. No dejáis de miraros. Esa mirada tuya como si no hubiese nada más en el mundo que vosotros. Te pregunto algo y me contestas seco, indiferente; no quieres que esté allí. Estáis en el salón. Os habláis con amor. Ella cuelga las rosas que le has regalado en la pared, boca abajo para que se sequen. Te pregunta si te gustan allí, tú sonríes y asientes con la cabeza. Estás tranquilo, pero mi presencia no te gusta. La casa está limpia. No es tu casa, es la vuestra. Me miras con desprecio. Me voy de allí y no sé donde ir. Sé que tengo que volver a por mis cosas pero me intimida encontrarme contigo. No quieres tenerme cerca, no quieres verme más.

Me despierto y ya no te reconozco. Tu imagen se oscurece. Cada día un poco más, cada día más lejos. Hemos desaparecido. No queda nada de nuestro pasado. Nada.

(Me has abandonado del todo. No te perdono.)

(Pino Montalvo)

sábado, 9 de enero de 2010

(2) El oficio de vivir (diarios de Cesare Pavese)

(2ª Parte)

"Todas las pasiones pasan y se extinguen, salvo las más antiguas, las de la infancia."

"Quien renuncia con convicción y con método ha construido su vida sobre las cosas a las que renuncia. En sustancia, no ve más que éstas."

"¿Qué tiene que ver mi amado con mi amor?"

"La naturaleza no es un soplo, un sueño, un enigma destinado a desaparecer - es una cosa grave y sustanciosa."

"¿Por qué morir? Nunca he estado tan vivo como ahora, nunca tan adolescente."

"Un clavo saca otro clavo. Pero cuatro clavos hacen una cruz."

"¿Te asombra que los demás pasen a tu lado y no sepan; cuando tú pasas al lado de tantos y no sabes, no te interesa, cuál es su pena, su cáncer secreto?"

"No nos matamos por el amor de una mujer. Nos matamos porque un amor, cualquier amor, nos revela en nuestra desnudez, miseria, indefensión, nada."

"Nada. Tengo carbón en el cuerpo, brasas bajo las cenizas. ¿Por qué, amor, por qué?"

"Haber escrito algo que te deja como un fusil disparado, todavía sacudido y requemado, vaciado de todo ti mismo, donde no sólo has descargado todo lo que sabes de ti mismo, sino también lo que sospechas y supones, los sobresaltos, los fantasmas, lo inconsciente."

"Extraña manía la de querer el duplicado de todas las cosas: del cuerpo, el alma; del pasado, el recuerdo; de la obra de arte, la estimación; de sí mismo, el hijo... En caso contrario los primeros términos nos parecerían vanos. ¿Y los segundos, entonces?
¿Es porque todo es imperfecto? ¿O porque -las cosas sólo se ven la segunda vez-?"

"Después de cada trago, el bebedor tuerce la cabeza, vuelve la cara como un nadador, satisfecho, vuelve a beber, es cómico."

"Quien se equivoca es quien no entiende todavía su destino. Es decir, no entiende cuál es la resultante de todo su pasado, que le indica el porvenir. Cada vida es lo que debía ser."

"La poesía no es un sentimiento, sino un estado; no un entender, sino un ser."

"A la larga, un dolor se separa del ansia, del recuerdo, de la sospecha que lo provocó y permanece por sí solo en el alma."

"Quien no sabe vivir con caridad y abrazar el dolor de los demás, es castigado sintiendo con violencia intolerable el propio dolor."

"Llega una época en la que nos damos cuenta de que todo lo que hagamos se convertirá, a su tiempo, en recuerdo. Es la madurez.

"Vuelan los pétalos de los manzanos y de los perales. La tierra está sembrada de ellos. Parecen mariposas."

(Cesare Pavese)

10:30 de la mañana. En la cama de un hotel

Tengo que salir de aquí, tengo que volver a casa... Él se ha ido corriendo, como siempre, al amanecer. Con esa cara de “qué tarde es...mi mujer me va a matar”. Me tendría que haber ido con él... ¿qué cojones hago aquí? No me puedo mover... intenta dormir, pequeñita, intenta dormir. Lo hecho hecho está. Bien que disfrutabas hace una hora... No me gusta que se haga de día. Me ha dejado marcas el animal. Se me va a notar, tengo la cara quemada... se me va a notar... crema, un poco de crema, no la he traído. ¡Qué imbécil! Si sabía que iba a pasar esto, ¿por qué no la he cogido? Intenta dormir, pequeñita... un poquito solo... piensa que es de noche y que estás en tu camita... ¿Por qué aspiran el pasillo a estas horas? Seguro que nos han oído gritar como animales y ahora quieren que nos vayamos. ¡Pero él ya se ido! ¡El vampiro ya no está! Si pudiese dormir un poco... ¿nos habrán oído? Creo que he gritado mucho. No se dónde cojones estoy. No tiene corazón. Me ha dejado aquí... me tendría que haber ido con él. Si me hubiese hecho efecto la pastilla... ¿no es un relajante muscular? El cerebro también tiene músculos, ¿no? ¡Qué se me apague ya!. Puedo llamar a recepción y pedir un taxi para que me lleve al coche. Pero me puedo dormir en la carretera. Como se me suba el valium en medio del camino...Que sed, no tengo ni fuerzas para beber agua. Tengo el cuerpo destrozado... es un animal. Yo se lo he pedido, ¿por qué siempre se lo pido? “No me das miedo -voy y le digo- me tienes que dar miedo...” Ahg... no quiero pensar ahora en eso. ¿A qué hora es el check out? Me van a echar. Se creerán que soy una prostituta. Casi que lo soy, pero sin cobrar. Al revés, pago yo la mitad de esta habitación para que... para que me castigue. Lo único bonito es al principio de la noche, en el primer beso. Lo demás es vicio. Enfermedad. Cuando se hace de día, su amor muere. Nace de noche y muere al amanecer.

¿Por qué haces esto pequeñita? ¿Por qué?

No se. No lo se. Necesito cariño. Él me da mucho besos.

Pero luego te deja en un hotel en medio de la nada ¿Te gusta te traten mal? ¿Es eso lo que quieres?

No, no quiero nada, ahora no quiero nada. ¿Quién me puede sacar de aquí? ¿A quién puedo llamar? No voy a poder llegar a casa, no me puedo mover... en una hora me echan de aquí. No puedo salir con esta cara. Antes te tenía a ti. Mi buen amigo. Te quería mucho. Tú siempre estabas allí. Para lo que fuese. ¿Y si te llamo? ¿qué te digo después de tanto tiempo? Ayúdame, por favor, ayúdame. NO. Tú también me abandonaste. Lo hecho hecho está. Lo hecho hecho está. No tengo raíces. No tengo fe. “There is a light behind the light we see” Entonces la tenía. He apagado la luz. Tranquila pequeñita... todo pasará. Mamá me sigue llamando pequeñita. Pero ya tengo 30, engaño a mi marido y mamá está llena de dolores. Es mayor. La pobre mamá se está haciendo mayor y no quiere. Ella no quiere. Siempre fue tan guapa... no quiere envejecer. No se puede hacer nada. El tiempo pasa y se nos lleva a todos. Mamá... tengo miedo. Estamos tan solos... tan solos...

Tengo que salir de aquí, tengo que volver a casa...

(Pino Montalvo)

Una amiga de la infancia

Siempre fue una superviviente, una buscavidas. Su padre la pegaba y su madre no sabía que hacer con ella. Se escapó de casa unas cuantas veces antes de cumplir los dieciocho. Hacía muchos años que no la veía, me dijeron que se había ido a vivir a Amsterdan, después a Londres y que finalmente había vuelto a Madrid.

Me la encontré en un bar, con el pelo teñido de rubio y los brazos tatuados. Era su cumpleaños. Llevaba camisa de cuero y pantalones de pitillo. Parecía más alta por sus zapatos de tacón. Iba acompañada de un hombre vestido de traje que le doblaba la edad. Él bailaba al otro lado de la pista. Me abrazó y me dijo que se había acordado de mi todos estos años. Quería enseñarme fotos que guardaba de nuestra niñez, junto con viejas cartas y recortes de revistas que solíamos leer. Yo quería irme de allí, estaba cansada y era tarde. Le pregunté qué hacía con ese hombre. Me dijo que eran viejos amigos. Siempre mentía. Mientras hablábamos ella bailaba y reía. Me repetía una y otra vez que le hacía mucha ilusión haberme encontrado. Él hombre se acercaba de vez en cuando y le decía algo al oído, ella le acariciaba la cara y le decía que yo era una antigua amiga, que en un momento estaría con él. Me despedí de ella con un abrazo. Me dijo que la llamase, que quería enseñarme los recuerdos de nuestra infancia. En sus ojos volví a ver a la niña de trece años que se escapaba de casa y me pedía cobijo...

(Pino Montalvo)