domingo, 27 de diciembre de 2009

El oficio de vivir (diarios de Cesare Pavese)

"¡La fuerza de la indiferencia! Es la que ha permitido a las piedras durar inmutables durante millones de años."

"No nos liberamos de una cosa evitándola, sino sólo atravesándola."

"El amor tiene la virtud de desnudar, no a los amantes uno enfrente del otro, sino a cada uno de los dos ante sí mismo."

"El mérito artístico, la esencia moral, la luz de la verdad no se pueden enseñar (cada uno se los debe crear dentro de sí). Son absolutos, es decir, están fuera del tiempo y, por lo tanto de la sociedad. Por eso son incomunicables. Las palabras sólo expresan su esquema."

"Mientras haya alguien odiado, desconocido, ignorado, habrá algo que hacer en la vida: acercarse a este hombre."

"Si una vida absolutamente libre de todo sentimiento de pecado fuera realizable, estaría tan vacía que daría miedo."

"Sucede que yo me he vuelto hombre cuando he aprendido a estar solo; otros, cuando han sentido la necesidad de compañía."

"Nada puede consolar de la muerte. Lo mucho que se habla de la necesidad, del valor, del mérito de este paso, lo deja cada vez más desnudo y aterrador, y no es más que una prueba de su enormidad -como la sonrisa desdeñosa del condenado-."

"La estrategia amorosa se sabe emplear sólo cuando no se está enamorado"

"Es necesesaria la riqueza de experiencias del realismo y la profundidad de sentimientos del simbolismo. Todo arte es un problema de equilibrio entre dos puntos opuestos."

"Es pecado lo que inflige remordimiento. Que las mismas cosas sean pecado para uno y no lo sean para otros es natural: basta con que no haya remordimiento."

"Cuando nos remordemos por una mala acción, no es el dolor causado a otro lo que nos desagrada, sino el desasosiego causado a nosotros mismos."

"Todo esto da asco.
No palabras. Un gesto. No escribiré más."
(Última entrada en su diario)


(Cesare Pavese)

sábado, 19 de diciembre de 2009

Comentarios de Sissi emperatriz

No siento demasiado respeto por la política, no la considero digna de interés.

Hay que renunciar a la acción, lo único eterno es lo que jamás sucede...

Las estrellas hacen florecer tanta primavera y tanta luz en el pecho...

Complacerse en la maldad es algo que forma parte de la naturaleza humana. Raramente le entriste a alguien oír hablar mal de su vecino.

(Hora crepuscular) Este silencio, este detenerse de todo lo que vive, tiene un efecto embriagador. Algo bulle en nosotros mientras todo a nuestro alrededor se apaga...

No es posible influirme, ni para bien ni para mal, pues lo dejo todo en manos de mis voces íntimas y del destino.

El mar es como una gran madre junto a cuyo pecho lo olvidamos todo.

Las lágrimas verdaderas no se pueden verter y las que vertemos corren todas en vano.

El auténtico superhombre sería aquel que se olvidara de que es un hombre.

Todo se lamenta, todo en la naturaleza se lamenta; sólo los hombres ríen.

La soledad es un buen alimento.

El hombre lo destruye todo, las cosas sólo conservan su eterna belleza al estar solas.

(Recogidos del diario de Constantin Christomantos, su profesor de griego)

sábado, 12 de diciembre de 2009

Cuentos de Rafael Dieste (Fragmento)

Y en todo su cuerpo un delirio de amor tan majestuoso y profundo y con tan repentinas y graciosas crestas de ternura, que solo el mar cuando descansa y se rehace de una tempestad en mansas oleadas puede comparársele. Cerré los ojos, me ausenté, dejé solo mi sombra, hice todo el silencio posible en mi alma y, por los puñales que parecían tocarla de muerte y el resplandor que le causaban en lugar de heridas, sentí que el amor era recíproco.

(Rafael Dieste)

martes, 8 de diciembre de 2009

Fragmentos de una carta

... "Estás entrando en mí, nunca has dejado de hacerlo, lo seguirás haciendo toda mi vida. Sueño contigo, estos días sueño contigo porque estamos en diciembre. ¿Recuerdas diciembre del año pasado? El último día del año fuimos a tomar algo por la tarde a aquel hotel -ayer pasé por allí-. Lo intentamos en el Montpelli primero, pero los salones estaban cerrados, en plena preparación del cotillón. Después de despedirnos te volví a llamar -no nos habíamos despedido del año como se debe-. Quedamos en la antigua estación de tren. Era de noche. Estuvimos un buen rato entre las obras, apoyados en una pared, abrazados."

... "Ahora estoy sin ti. Hace ya casi un año. Llega la navidad y la ciudad sigue igual, pero estoy sin ti. Hay mañanas que al abrir los ojos no recuerdo nada de esto; después vuelve la desolación, constante sensación de que algo va mal. No es por ti, no. Siempre me ha pasado, pero tú me calmabas. Sensación de estar muriéndome. Desazón. Algo va mal. Llevo un tanque dentro. Recuerdo la primera noche que pasé contigo. Me desperté a media noche sin saber donde estaba -constante desazón- miré a mi lado y te vi, durmiendo como un príncipe, con tu carita tranquila, tus ojos cerrados, tu piel blanca, un brazo fuera y el pecho medio descubierto. “Todo está en su lugar… todo está donde debe estar…” ni siquiera fue un pensamiento. Fue como si por fin hubiese llegado a casa después de haber estado perdida muchos años. Y mi cuerpo entero se tranquilizó. Sonreí. Te miré durmiendo. El silencio de la habitación, tu silencio, mi silencio. Fue lo más cercano que he estado al cielo. Todos estos años, después de aquella noche, he buscado esa sensación (como un adicto con su primer viaje). Solo la encontré a tu lado -todo en mi se silenciaba-como una muerte dulce-"

... "Ahora estoy sin ti. Mi viejo amigo. Sin ti el dolor se me va metiendo dentro y no sirve de nada, me va mellando y envejeciendo. Es un dolor inútil, lejos de convertirse en amor. A veces me vuelvo cruel. Trato a los demás sin amor. No perdono. Es la amargura. Me estoy matando, lo se, me estoy matando."

... "Tu nombre será la última palabra que pronuncie. Aunque no volvamos a vernos."

(Pino Montalvo)

lunes, 7 de diciembre de 2009

I get along without you very well

I get along without you very well,
Of course I do;
Except when soft rains fall and drip from leaves,
Then I recall the thrill of being sheltered in your arms,
Of course I do.

But I get along without you very well.
I've forgotten you, just like I should,
Of course I have;
Except to hear your name
Or someone's laugh that is the same.
But I've forgotten you just like I should,
What a guy!
What a fool am I to think my breaking heart
Could kid the moon.
What's in store?
Should I 'phone once more?
No it's best that I stick to my tune.
I get along without you very well,
Of course I do;
Except perhaps in spring,
But I should never think of spring
For that would surely break my heart in two.

(Jane Brown Thompson)

domingo, 6 de diciembre de 2009

De lagrimas y santos (Fragmento)

Quien no ha frecuentado nunca a los poetas ignora lo que es la irresponsabilidad y el desorden de espíritu. Cuando se les trata, se experimenta el sentimiento de que todo está permitido. No teniendo que dar cuentas a nada ni a nadie (salvo a sí mismos), no van -ni desean ir- a ninguna parte. Comprenderlos es una gran maldición, pues nos enseñan a no tener ya nada que perder.

(E.M. Cioran)

El padre Sergio (Fragmento)

"Ese es el significado de mi sueño. Debería haber vivido como Páshenka y he hecho justo lo contrario. He vivido para los hombres con el pretexto de que vivía para Dios; ella vive para Dios y se imagina que vive para los hombres. Si; una simple acción desinteresada, un vaso de agua que se ofrece sin esperar recompensa, tiene más valor que todos los beneficios que yo haya podido procurar a la gente.

Pero, ¿al menos había en mi el deseo sincero de servir a Dios?- se preguntó; y la respuesta fue-: Sí, pero todo esto estaba mancillado y sofocado por la gloria mundana. Dios no existe para quien, como yo, ha vivido pendiente de la gloria mundana. Tendré que buscarlo".

(Relatos, Lev Tolstói)

Si ahora me vieses

Si ahora me vieses te diría que no,
que no todo ha ido bien
que al final me dejaste de querer
-sin quererlo- pero me dejaste de querer.

Si ahora me vieses te diría
que ya no me gusta esta ciudad
que ya no me gusta tu calle
ni los paseos nocturnos
ni la salida del teatro
ni siquiera el teatro
ni los árboles
ni el mar en calma, ni tus ojos, ni los míos.

Si ahora me vieses lloraría en tus manos
lloraría en silencio
-todo lo que te he querido-
y te preguntaría de qué me ha servido tu amor,
de qué me ha servido...

(Pino Montalvo)

jueves, 3 de diciembre de 2009

¡Cómo un hombre tiene tanto poder
que ni siquiera pide ternura!
De cansancio ya no se alzan mis párpados
cuando oigo que pronuncia mi nombre.

(Anna Ajmatova)