domingo, 22 de noviembre de 2009

Reconciliacion 01

Me contaron una historia sobre un psicoanalista y su paciente.

Llevaban más de un año viéndose en consulta. El paciente hablaba de su mujer, de su trabajo, de su madre, del colegio... pero nunca nombraba a su padre.

Un día de tormenta, el paciente llegó tarde y empapado por la lluvia. Nada más entrar en la consulta, mientras se quitaba el abrigo dijo:

“- ¡Me cago en mi padre! ¡La que está cayendo!”

El psicoanalista le mandó a casa en ese mismo momento, después de cobrarle (claro) los 60 eur de la cita. El paciente se fue muy enfadado, jurándose que cambiaría de psicoanalista esa misma semana. Pasó toda la noche en vela, preguntándose qué le habría hecho al psicoanalista para que éste le echase de la consulta.

A la mañana siguiente se acordó de la lluvia que había caído la tarde anterior, recordó lo empapado que estaba cuando llegó a la consulta y lo que dijo al entrar: “¡Me cago en mi padre! ¡La que está cayendo!”.

El paciente volvió a la semana siguiente a la consulta y empezó a hablar de su padre...

(Pino Montalvo)

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