Me di cuenta de que te ibas a ir con la mujer que estaba sentada a tu lado. Ella estaba cansada. Pude sentir la música, tu nueva música. Tus dedos trazaban formas sobre la mesa alrededor de su mano. Ella se mecía en tus palabras.
No comprendí por qué tuve que ser testigo de aquello.¡Qué frialdad hay en un amor que ha pasado página! ¡qué abandono!
(Pino Montalvo)
domingo, 22 de noviembre de 2009
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